La Mano Peluda, es uno de los programas radiofónicos más recordados por los mexicanos; antes de Spotify o el internet en nuestro celular, la radio era lo ideal para los momentos en carretera, por lo que no es de extrañarse que este programa sea prácticamente parte de la cultura mexicana de ese momento.
Ha estado al aire desde 1995, pero su auge a cargo de Juan Ramón Sáenz. Actualmente puedes escucharlo en Radio Formula. Básicamente, la popularidad de las emisiones se debía a que la gente es la que llamaba para contar sus historias paranormales; lo cual lo hace más real y escalofriante, además del horario de transmisión, claro.
Si tú también creciste escuchándola, seguro recordaras estos relatos:
Las malditas botas con sangre
La historia comienza con la llamada de un ingeniero residente de la Ciudad de México, llamó para contar que él y su esposa escuchaban ruidos extraños en su casa; hasta ahí todo podía tener una explicación, pero la situación se tornó más misteriosa cuando aparecieron unas botas junto a la puerta que llevaba al sótano.
Al no ser de nadie, se deshicieron de las botas, pero estas volvieron a aparecer en la casa. El ingeniero cuenta que cansado de los sonidos y golpes en la puerta, disparó en dirección a los ruidos, y se escuchó a una persona caer por la escaleras; sin embargo al bajar al sótano, solo encontraron las botas.
Después de dar detalles de la experiencia, cerró contando que su esposa se encontraba en un hospital psiquiátrico en Guadalajara, él la visitaba cada mes, pero ella no lo reconocía. Cuando volvió a la casa en la Ciudad de México, las botas estaban junto al sótano nuevamente.
El Caso de Josué
Este debe ser uno de los episodios más famosos de La Mano Peluda, no solo por la historia, sino por lo que pasó después.
La llamada llegó desde California, Estados Unidos, se trata de Josué Velazquez, un inmigrante mexicano que buscaba hacer un pacto con el diablo. Durante su narración aseguró que llevaba alrededor de cinco años intentando contactar a algún demonio, con el fin de llegar a Satanás para negociar.
Incluso, mencionó que ya había logrado tener un primer contacto, pero no resultó como esperaba, obtuvo dinero, pero no lo podía disfrutar debido a que los demonios lo atormentaban sin descanso; con la voz quebrada dijo que no quería morir.
Conforme avanzaba en su relato, todo se ponía más sombrío, pues incluso dijo que había tenido que asesinar a su abuela para obtener las recompensas; ¿por qué nadie lo persiguió por el delito? al parecer las huellas desaparecieron al siguiente día.
Años después, Juan Ramón Sáenz, fue a buscarlo para su programa de televisión y Josué dijo seguir siendo atormentado por los demonios. Tras la entrevista el equipo comenzó a pasarla mal, hubo accidentes y operaciones; sin embargo, lo que hoy mantiene vigente el caso es que días después falleció Juan Ramón, cosa que los fanáticos del programa y el misterio no han podido usar por alto.