Uno de los monumentos más emblemáticos de Querétaro es sin duda su espectacular acueducto, considerado la obra urbana más importante del siglo XVIII que se construyó buscando canalizar el agua para la ciudad, sin embargo, investigadores del INAH han descubierto que desde finales del siglo XVI ya se contaba con una obra hidráulica que abastecía de agua a los huertos, casas y conventos. Se trata de la acequia principal o madre que, con 1,500 metros de longitud, era considerado el sistema de abastecimiento más importante de la ciudad, y cruzaba de extremo a extremo.
Este hallazgo se registró en el huerto del antiguo Real Colegio de Niñas de Santa Rosa de Viterbo, en el extremo sur poniente de la Zona de Monumentos Históricos de la capital queretana, donde actualmente se localiza el Centro de las Artes de Querétaro y el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes.
Hasta el momento se han logrado rescatar 45 metros lineales de la traza original que tuvo la acequia en 1654, y han podido conocer la forma en que fue construida. En sus orígenes el sistema de abastecimiento de agua fue muy sencillo, consistía en un desvío del río Querétaro sobre tierra zanjada que en La Relación Geográfica de Querétaro —que data de 1582—, se describe como “un canal de tierra que se excavó en el suelo”, que llegaba hasta el convento de San Francisco, ubicado en el centro; con el paso de los años se amplió hasta cruzar completamente la ciudad, en dirección nororiente a sur poniente.
El investigador del Centro INAH Querétaro explicó que posteriormente la acequia madre fue recubierta de mampostería, medía 90 centímetros de ancho por 1.30 metros de altura, en algunos tramos tenía una cubierta de bóveda de cañón corrido y en otros lajas de cantera rosa de forma rectangular para evitar la contaminación del líquido.
En el sitio de la excavación también se localizaron tuberías de barro vidriado que conectaban con la cubierta y los muros de la acequia, lo que permitió confirmar que, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, su función cambió de conductora de aguas limpias a receptora de descargas pluviales y sucias.
Como parte del rescate se trabaja en la consolidación de los muros de la acequia, resanes de grietas y reintegración de piedras. Paralelamente, se levanta una pared de contención para evitar derrumbes en las orillas de la construcción original y se colocará un barandal para que el visitante tenga un límite de acercamiento, porque los vestigios se dejarán a la vista.
“La idea es que a partir del segundo semestre del año, la gente que recorra el huerto descubra parte de la historia de Querétaro a través de la acequia, porque los pobladores sólo tienen presente los dichos populares que hablan de un canal donde se escondían tesoros y armas, pero aquí podrán conocer los usos que tuvo, para lo cual se colocarán cédulas explicativas”, detalló el responsable del proyecto.
Querétaro es la ciudad desde donde se forjó la independencia de México. Las tradiciones y la historia de esta hermosa ciudad del centro del país la convierten en el lugar perfecto para visitar, conocer y descubrir muchas de las riquezas que aun quedan en subsuelo mexicano y que nos invitan a no perder la capacidad de asombro y así conocer lo que paso hace tanto tiempo.
Con Información de INAH