El Asilo San Sebastián nació hace ya casi 130 años, por inspiración de un sacerdote llamado Felipe Sevilla, quien al ver a tantos ancianos sin hogar y en abandono, decidió crear este hogar.
Dicen, que habían personas que iban con canastas a los mercados a recolectar frutas y verduras para la manutención de los adultos mayores, aunque también habían algunos benefactores con un recurso económico más favorable, que dieron pie a la construcción del edificio.
Pero… ¿cómo logra mantenerse a flote? En 2007, el Asilo San Sebastián se constituyó como una Institución de Asistencia Privada sin fines de lucro, de tal manera que gran parte del funcionamiento y mantenimiento es mediante donativos.
Cuidados
Actualmente, hay 40 adultos mayores viviendo en el asilo, el cual tiene una capacidad máxima de 42. Los abuelos tienen atención y acompañamiento las 24 horas los 365 días del año, dormitorio, alimentación, atención médica y administración de medicamentos, reciben terapia física, ocupacional y recreativa, entre otras actividades para cubrir sus necesidades.
Y aunque no cuentan con el recurso para contratar a alguien en las otras áreas de salud, sí se cubren gracias a los convenios con las universidades; esto incluye, podología, nutrición, enfermería, psicología, fisioterapia, etc.
¿Cómo ayudar al Asilo San Sebastián?
Para ayudar, basta con querer hacerlo, puedes ir a donar tu trabajo, tu experiencia, tus conocimientos o bien, dinero.
- Donativo monetario a su cuenta Banorte: 0536700885
- Recurso: ropa, trastes, muebles, etc. Lo que no ocupan, lo venden y el recurso lo utilizan en cosas de primera necesidad para el asilo.
- Voluntariado.
Muévete por los abuelos
Como una manera de ayudar a su sustento, el Asilo San Sebastián creó “Muévete x los abuelos”, un proyecto que viene de la palabra “muévete”, de realizar un movimiento y la invitación a hacer algo por los ancianos de tu comunidad, de tu casa, de un asilo, de donde sea.

A su vez, tienen a la venta playeras de todas las tallas y distintos colores, mandiles y bolsas para el super, con la única finalidad de obtener recursos y continuar con su misión que ya lleva más de un siglo.
Eso no es todo, también se inventaron a Doña Tiana y a Don Sebas, dos muñequitos que nacen de la idea de dar empleo a las abuelitas en casa; ellas fabrican a los abuelitos, el asilo los compra y los vuelve a vender al público.
“Los invitamos a moverse por los abuelos, no necesariamente es dinero, yo lo repito constantemente, es tu tiempo, es lo que sabes hacer… las autoridades no se dan abasto. Afortunadamente, se creó la procuraduría del adulto mayor, pero nosotros podemos hacer tanto, y recordemos que sumamos más haciendo estas pequeñas grandes cosas”, nos dice Elizabeth.

Elizabeth Ugalde es la directora operativa del asilo, comenzó como voluntaria y ya lleva más de cinco años ahí; hace énfasis en que gracias a los abuelos es que estamos aquí, pues son nuestras raíces, y no les hemos brindado lo que se merecen; por lo que hace una invitación a regresarles un poquito de lo que nos dieron y no olvidarnos de ellos.
“Entiendo que, por la enfermedades que algunos de ellos cursan, no es fácil tenerlos en casa, las casas no están diseñadas para estas personas, entonces también para eso se crean las instituciones, para un apoyo a la familia; lo que sí pedimos es: nosotros hacemos esa parte, solo no los olviden, visítenlos con regularidad, aunque ellos ya no se acuerden quiénes son ustedes, ustedes sí saben quiénes son ellos”.
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