Gabriela Mistral canta a los niños del mundo en cada uno de estos poemas, como seguramente lo hizo cuando era una joven maestra rural. Fue premio Nobel de Literatura y en sus palabras hay una voluntad de juego, de ritmo e invención para el disfrute de los oídos.
Carpintero, carpintero, haz la cuna de mi infante. Corta, corta los maderos, que yo espero palpitante.
Extracto de “La CUNA”
Puedes leer el libro aquí en PDF.
Tal vez te interese: Cuento: Mi árbol de afectos