La Secretaría de Educación, a través del Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro “Manuel Gómez Morin”, CECEQ y la empresa INCUSA con su plataforma artística Nueve Arte Urbano, presentaron cuatro murales realizados en la ciudad de Querétaro.
Lo anterior como parte del Festival Internacional Mexpania que inició el 13 de agosto, en el marco de la conmemoración de los 500 años de la primera migración española al nuevo continente, la heroica resistencia de Tenochtitlan y la captura de Cuauhtémoc.
Mexpania
El Festival Internacional de Arte Urbano Mexpania tiene el propósito de resignificar la historia a 500 años de la primera migración española al nuevo continente, lugar que posteriormente sería denominado México.
En los siguientes días, el Festival Mexpania viajará con artistas y productores a Penelles, Cataluña, España, para ejecutar el segundo momento de este encuentro de culturas en un periodo estimado entre 2021 y 2022.
Paola Delfín, Pilar Cárdenas a.k.a Fusca, Daniel Muñoz, Sixe Paredes, Tania Quezada, Víctor López y Jassiel Rivera, dieron forma a una obra monumental que descansa en las paredes de la entrada principal del Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro “Manuel Gómez Morin” bajo la curaduría de Édgar Sánchez y Arcadi Poch.
El mural de murales que ha resultado de este importante proyecto entre ambas culturas, formará parte del acervo inmaterial del Museo de Arte Urbano de México (MARUM) que se asienta en la magna infraestructura del CECEQ “Manuel Gómez Morin” desde 2017.
Un poco de historia
El 13 de agosto de 1521 el emperador Cuauhtémoc fue capturado por los españoles, lo que significó la definitiva caída de Tenochtitlan. A partir de esta fecha histórica y crucial, inicia el periodo de la historia de México conocida como la colonia, que tuvo una duración de tres siglos de 1521 a 1821.
Murales
Bajo esta óptica, la entrada principal del CECEQ se transforma para ofrecer un punto de encuentro que alberga piezas monumentales con distintos significados:
- El artista de origen catalán, Sixe, muestra una representación numerológica con contrastes rojos y negros simbolizando datos, acontecimientos, amores, odios, dolores y esperanzas que emergieron a raíz del gran encuentro entre ambas culturas creando un códice contemporáneo y abstracto.
- En el lado frontal y a la derecha, Daniel Muñoz, artista nativo de Extremadura, la tierra de Hernán Cortés y Pizarro, conceptualizó una obra en aras de la reflexión social y pensamiento crítico sobre el poder del dinero y la dominación, hecho fundamental para el sometimiento de las culturas mexicanas. La “Gran moneda” que preside sobre su obra parece descobijar al continente americano. En torno a lo anterior, las capas del globo terráqueo fueron asociadas a una cartografía del dinero. Detrás de la placa de inauguración del CECEQ, se aprecia un extracto del Códice Florentino con un grupo de mujeres indígenas aparentemente invisibles.
- A los ojos de los visitantes, en el muro posterior de la izquierda en misma zona de la entrada principal, la artista mexicana, de alias Fusca, utiliza símbolos para expresar sutilezas emocionales acerca del pensamiento. En el centro: Coatlicue, la deidad maternal arquetípica del México antiguo.
- Al fondo y a la derecha, Paola Délfin, en trazos de blanco y negro recrea a Mictlantecuhtli, el señor del inframundo, quien preside radiante sobre un caótico enjambre de caballos, de los que emergen dos identidades mestizas.
Esta inauguración tuvo como acto conclusivo, la develación de un mural inédito creado por los artistas Víctor López y Tania Quezada. Esta pieza ubicada de frente a la entrada principal del CECEQ “Manuel Gómez Morin”, plasma un homenaje basado en el mural inconcluso de Saturnino Herrán “Nuestros dioses antiguos” (1916), hecho con tratamiento en aguadas con gama de sepias, donde Víctor y Tania reinterpretan ilustraciones del proceso de colonización española usando el lenguaje del grabado contemporáneo, plasmando un baile de culturas.
En primer plano los personajes nos relatan una historia de colonización y mezcla de castas, mostrando a la derecha a los primeros habitantes y hacia la izquierda a los migrantes europeos y africanos. Ambos grupos muestran reverencia ante la aparición central, en la que reconocemos las manos de Coatlicue y el gesto de oración, formando una estrella que irradia luz dorada. La composición muestra la magia del fractal identitario, fruto de la migración y el mestizaje de las personas de México, España y el mundo.
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