El Real Convento de Santa Clara de Jesús, es un tesoro arquitectónico en Querétaro; este es considerado de los más grandes representantes del barroco mexicano del siglo XVIII. Más tarde, también se le conocería como Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
Fue fundado cuando el virrey don Juan de Mendoza concedió el permiso a don Diego de Tapia para edificar el claustro de religiones franciscanas, con el fin de alojar a su hija monja.
Su interior asombra a cualquiera que lo visita, pues se aprecian sus altares dorados, retablos tallados y el coro, desde donde las monjas asistían a los oficios, separado del resto del conjunto por una reja; así como las puertas de hierro forjado del púlpito y el vestíbulo.
Durante la Colonia fue uno de los conventos más grandes e importantes de la Nueva España; sus instalaciones abarcaban tres manzanas del Centro Histórico. Hoy, ya solo queda la iglesia y un pequeño anexo; en la guerra de Reforma se destruyó gran parte de este majestuoso recinto.
Un dato curioso, es que este lugar sirvió de prisión para Doña Josefa Ortiz de Domínguez, al inicio de la guerra de Independencia.